jueves, 7 de enero de 2016

De historias de canguros a historias como canguro.


Hace unos meses pensaba que hoy iba a coger un avión rumbo a Sydney y cruzar el mundo para ver canguros en su hábitat natural. A veces lo que uno desea se queda en eso, en deseos y me he tenido que contentar recibiendo por Navidad un adorno en forma de marsupial autraliano y haciendo de feliz canguro a cuatro de mis sobrinos. 

Hoy con esta efeméride australiana en la cabeza sobre la que no puedo contar historias de canguros, sí puedo empezar a compartir mi experiencia como canguro, como tía que siempre que puede se lleva a pasear a los sobrinos, la que monta fiestas de pijamas en casa, cocina para Halloween, enseña tradiciones mallorquinas o se sabe la cartelera infantil para dar satisfacción a unos niños que crecen muy muy rápido. Quizá, el hecho de saber todas estas cosas simplemente por diversión y por entretener a los hijos de otros da una visión diferente a la cantidad de blogs de qué hacer con niños. Intento educar sin tener obligación de hacerlo, intento hacer disfrutar para que deseen volver a casa y, por cómo me preguntan "¿cuándo podemos ir a dormir a tu casa?", muy mal no lo debo hacer... Puede que al final este blog sólo lo lea yo y quede como una especie de diario de lo hecho, visto y aprendido con ellos durante los años que siga cangureando. Sea lo que sea, ¡allá vamos con mis historias de canguro!

Lluc

No hay comentarios:

Publicar un comentario